En los últimos años, el deporte ha adquirido un gran protagonismo en nuestra sociedad y, en consecuencia, se ha convertido en uno de los temas que generan más dudas: “¿puedo practicar deporte si padezco epilepsia?” La respuesta es sí, pero bajo ciertas condiciones.
Como bien dice el Dr. Russi, “hacer deporte es beneficioso para la salud, aumenta la fuerza, la energía y ayuda a mejorar el estado de ánimo gracias a la liberación de endorfinas”, pero los aspectos positivos que aporta la práctica de un deporte van mucho más allá del ámbito fisiológico. “Realizar actividad física ayuda a mejorar las relaciones sociales entre los niños, evita las discriminaciones y es una buena manera de aprender a tolerar los fracasos sin que generen frustración”.
En el caso de los niños o adolescentes que padecen epilepsia es muy importante el tipo de actividad física que realicen. Por un lado, es altamente recomendable que hagan deportes de equipo o deportes que permitan que haya más personas a tu alrededor. Algunos ejemplos serían: baloncesto, futbol, hockey, tenis, danza…
Y por otro lado deben evitarse los deportes de riesgo e individuales ya que en caso de padecer una crisis epiléptica no habría compañeros, ni personas capacitadas para ayudar y evitar posibles accidentes graves. Algunos de estos ejemplos serían escalada, esquí individual, parapente, etc.
Otro factor a tener en cuenta es la hiperventilación. El peligro principal está en hiperventilar cuando una persona con epilepsia se encuentra en estado de reposo. Así que cuando se realice una actividad física es aconsejable bajar el ritmo de forma descendente y evitar la hiperventilación. “Es una regla de oro”, afirma el Dr. Russi.
A continuación os dejamos un vídeo donde el Dr. Russi, neurólogo y epileptólogo, nos aconseja sobre la práctica del deporte y epilepsia.