El pasado 1 de mayo de 2018, la DFA aprobó el uso del estimulador cerebral DBS como tratamiento complementario para la epilepsia focal refractaria.
¿Cómo funciona el DBS?
Mediante la colocación de un dispositivo con electrodos que se implanta en un área concreta del cerebro de forma profunda y que va unido a un dispositivo neuroestimulador.
El dispositivo se programa para que emita pequeños impulsos que estimulan el tálamo y que permiten detener o disminuir las convulsiones provocadas por las crisis epilépticas.
Según el ensayo realizado, el dispositivo permitió mejorar el número total de convulsiones en el 40% de las pacientes, frente al 15% de los pacientes que recibieron un tratamiento placebo.
Este tipo de dispositivos permiten mejorar la calidad de vida de aquellas personas con epilepsias refractarias que no encuentran un tratamiento farmacológico que les permita eliminar las crisis.