Llevar un registro o control de las crisis es imprescindible para que el neurólogo epileptólogo pueda realizar un mejor seguimiento.
La evolución de la medicina ha llevado al paciente a participar más activamente en el control, diagnóstico y evolución de su enfermedad.
En el campo de la epilepsia, toda la información adicional que podamos aportar a nuestro médico, a parte de las pruebas básicas que este pueda pedirnos, será de gran ayuda para el seguimiento de esta patología.
Por ello cabe destacar que llevar un autocontrol y registro de nuestras crisis puede ser una gran fuente de información y además nos ayudará a conocer más nuestro tipo de crisis.
Llevar un control de mi epilepsia: Un diario de registros
Habla con tu médico y acordad un cuadro resumen dónde puedas registrar información útil para ambos. Un ejemplo puede ser el siguiente:
Documento control de crisis
| Fecha: | |
| Nº de crisis: | |
| Duración de la crisis: | |
| Tipo y descripción de la crisis: | |
| Efectos adversos: | |
| Posible desencadenante de la crisis: | |
| Observaciones adicionales: | |
| Post-crisis: | |
| Actividad diaria: |
Es importante ir recogiendo esta información y posteriormente hacer un análisis de este seguimiento y evolución de las crisis. ¿Han ido a menos? ¿Las controlo mejor? ¿Existen factores repetitivos desencadenantes de crisis?…
Háblalo todo con tu neurólogo. Pregúntale todas las dudas que te surjan y consensuad el tipo de seguimiento que mejor se adapte en vuestro caso. Recordad que una mejor comunicación entre médico y paciente es clave para que el tratamiento sea el máximo de efectivo.
