El Dr. Antonio Russi participó en el Congreso anual de la Liga Internacional contra la Epilepsia (ILAE) que tuvo lugar en Baltimore (USA) del 6 al 10 de diciembre.
Dicho encuentro organizado por la Sociedad Americana de Epilepsia es el mayor evento para profesionales de la epilepsia en la academia, la práctica clínica, la industria farmacéutica, así como en la defensa de los derechos de las personas afectadas.
Tal como recoge la revista Science en su última edición, los fármacos actuales para combatir las crisis convulsivas son todavía a fecha de hoy ineficaces para casi un tercio de los pacientes, por lo que como indica el Dr. Russi, el gran reto del 2020 se halla en encontrar las causas de las convulsiones.
La epilepsia se caracteriza por uno de sus símbolos más visibles: las crisis, que se manifiestan en forma de convulsiones causadas por una actividad eléctrica anormal en el cerebro. Afecta a 1 de cada 26 personas para los que se prescriben alrededor de 24 medicamentos y de los cuales el 30% será resistente a cualquiera de ellos. Eso significa que a no han hallado el medicamento que haga desaparecer sus crisis.
A pesar de la aparición de nuevos fármacos, hace décadas que este 30% no se reduce, lo que ha llevado a la conclusión que la clave es dar la vuelta al objeto de estudio y centrarse en otras perspectivas.
Así pues, las actuales líneas de investigación, además de seguir intentando atacar las convulsiones, han dado un giro y están empezando a buscar las causas que las ocasionan, que en muchos casos aún sigue siendo una incógnita.
Entre otras líneas, se está avanzando en la secuenciación de genes otorgando una nueva visión de la enfermedad que beneficiará a muchos pacientes, entre otros a los recién nacidos con síndromes genéticos o en aquellos niños menores de 10 años cuya epilepsia les ocasionará a la larga trastornos de memoria y de aprendizaje.
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